“ANDALUCIA POR UN MUNDO NUEVO”
es una organización aconfesional y apolítica
que trata de llevar la solidaridad, el espíritu abierto
y el carácter altruista de los andaluces a algunos
de los países más desfavorecidos de África
a través de distintos programas de cooperación
en materias de educación, sanidad y alimentación.
Formada
por un grupo de médicos de Sevilla y Málaga
“ANDALUCIA POR UN MUNDO NUEVO” lleva trabajando
más de 20 años en Camerún, Ruanda y Malawi
en colaboración con otras ONG´s como Medicus
Mundi Asturias y Medicus Mundi Andalucía,
así como otras más modestas como la zaragozana
Wawitai o la asturiana Arcoiris.
Ahora se ha constituido ya de manera autónoma para
hacer llegar la solidaridad andaluza directamente a los lugares
donde más se necesita a través de la construcción
de escuelas, programas de lucha contra el Sida, reparto de
medicación y equipamiento de hospitales, lucha contra
la desnutrición o la creación de pozos para
evitar el cólera.
Desde 1994 más de 80 ayuntamientos de la provincia
de Sevilla y la propia Diputación de Sevilla
han colaborado a través del 0,7% de los presupuestos
dedicados a cooperación para llevar a cabo muchos de
los programas de esta asociación, fundamentalmente
en Malawi.
“ANDALUCIA
POR UN MUNDO NUEVO” trabaja fundamentalmente
sobre tres pilares.
La
Sanidad, la Educación y la Alimentación.
Hambrunas, cólera, desnutrición,
malaria, SIDA…Son los caballos de batalla a
los que deben enfrentarse cada día la mayor parte de
los países africanos. Pero en Malawi
esa realidad alcanza cifras alarmantes. Extraoficialmente
el 35 % de la
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población
es seropositiva, el millón de huérfanos
por el SIDA que existen actualmente
es uno de los más altos de todo África,
la DESNUTRICIÓN azota cada año
a la población hasta índices devastadores
haciendo que 215 de cada 1.000 niños mueran en
los cinco primeros años de vida, la MALARIA
se ha convertido en la segunda causa de muerte, mientras
que la epidemia del CÓLERA se
ceba cada época de lluvias con los poblados haciendo
que la mortalidad se multiplique como una plaga…
Ante éso, infraestructuras sanitarias totalmente
deficitarias, hospitales sin medios adecuados para realizar
operaciones, pruebas o análisis elementales,
pabellones atestados de infecciosos sobre camas oxidadas,
instrumental obsoleto y profesionales poco cualificados
que deben impartir la única medicina que tienen
a su alcance. La población mientras |
tanto no tiene más salida que sufrir
el zarpazo de las enfermedades sin medios económicos
para la curación.
Las organizaciones humanitarias tienen así mucho por
hacer en este país en el que la esperanza de vida ha
bajado en menos de una década de 45 a los 37 años
y en donde el gasto sanitario por persona es de cinco euros
al año.
El envío de las costosas medicinas anti-retrovirales
para combatir el SIDA, la subvención
de medicamentos para paliar otras enfermedades, la puesta
en marcha de programas de prevención, la vacunación
masiva de la población, el envío de material
quirúrgico esencial, la equipación de quirófanos,
la puesta en marcha de nuevas clínicas móviles
ó la mejora de las infraestructuras ya existentes son
algunos de los objetivos de ANDALUCÍA POR UN
MUNDO NUEVO.
En el mundo hay 125 millones de niños- dos terceras partes
de ellos niñas- a los que se les niega el derecho básico
de la educación. Simplemente uno de cada cinco niños
no verán el interior de un aula en su vida.
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En Malawi,
el duodécimo país más pobre del
mundo, sólo el 20 % de los hombres y el 11% de
las mujeres tiene estudios a nivel secundario. El 56%
de la población es analfabeta. Solo un 1% de
los pocos afortunados que reciben educación llegará
a la universidad. Y no será una niña…La
brecha de género entre varones y féminas
se hace aún más palpable cuando se habla
de educación ya que la secundaria hay que pagarla
y las familias creen que es preferible que la niña
se case y se dedique a cuidar a sus hijos. Las pequeñas
malawianas se convierten así en las grandes damnificadas.
Hasta hace apenas un año las aulas del colegio
de Mlale (Malawi) tenían las
paredes agrietadas, los niños daban las clases
hacinados en el suelo sin luz eléctrica ni pupitres…Otros
se cobijaban tan sólo bajo la sombra de los árboles…
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ANDALUCIA POR UN MUNDO NUEVO ha conseguido
dar un vuelco a la situación mejorando las infraestructuras
y construyendo nuevas aulas. Pero faltan más. Ahora trabaja
para que todos tengan una clase porque aún hoy los pequeños
deben acudir en tres tandas para poder recibir su derecho básico
a la educación.
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La agricultura
es la mayor fuente de alimentación para los malawianos,
pero la incapacidad económica para adquirir fertilizantes
hace que las cosechas, incluso un buen año de
lluvias, produzcan la mitad o la tercera parte del maíz
que podría conseguirse en un terreno bien atendido.
Como consecuencia el HAMBRE forma parte
de la vida en Malawi de manera cíclica.
El 70 por ciento de sus habitantes sólo comen
“encima”, una papilla hecha con maíz
y agua, y algunas raíces que son capaces de recoger…
Una dieta inadecuada que propicia las enfermedades oportunistas,
ya que éstas aprovechan la bajada de defensas
para hacer mella en su deteriorado estado de salud.
Muchas son las organizaciones que desde
hace años han centrado su ayuda en enviar directamente
la alimentación, pero ANDALUCIA POR
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UN MUNDO NUEVO no sólo ha actuado
en casos de extrema emergencia mandando comida, sino que también
ha luchado por dar soluciones allí donde está
el problema. Así, la construcción de pozos que
ayuden a la irrigación de los cultivos o la puesta
en marcha del “ Winter Crooping”,
una alternativa para conseguir dos cosechas en vez de una
al año, a través del funcionamiento de bombas
extractoras de agua, son algunas de las alternativas que han
venido apoyándose desde nuestra organización.
Asimismo se ha subvencionado la compra de fertilizantes entre
los agricultores locales y se han puesto en marcha granjas-escuela
para enseñar a los habitantes de los poblados cómo
sacar el máximo fruto de sus tierras.
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La instalación
de un generador de luz eléctrica para el hospital
de Mlale que ha evitado que los continuos cortes de
luz en el país terminaran con las existencias
de los bancos de sangre y suero, así como las
paradas continuas de los equipos de respiración
asistida necesarios para la vida de muchos enfermos. |
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Equipación de
quirófanos con material quirúrgico de
primera necesidad |
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Construcción de aulas para diversas escuelas
cuyos alumnos estaban obligados a dar las clases bajo
los árboles, sin luz eléctrica ni material
escolar.
Estado anterior (foto izq) y tras ser reformadas
las aulas de Mlale (foto dcha).
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- Cesión y traslado en contenedor
de una Máquina de Rayos X al hospital de Mlale.
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-Traslado
y reparto de 1.000 cajas de antiretrovirales (medicación
esencial para la lucha contra el SIDA) a la misión
de las Carmelitas en Kaphiri. |
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-Reforma de la escuela taller de Múa,
una de las primeras misiones puestas en marcha en
1902 por los Padres Blancos.
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Programa de Apadrinamiento de niños y enfermos. |
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-Mejora de las infraestructuras de la maternidad del
hospital de Mlale (que con 50 Km de radio de influencia atiende
a unas 300.000 personas), cuya financiación correrá
a cargo en el 100% por la Diputación de Sevilla.
-Arreglo de la Farmacia de dicho hospital
que regentan las misioneras de Maria Mediadora, cuya financiación
se llevará a cabo por la Diputación de Sevilla
y el Ayuntamiento de la Roda de Andalucía.
-Electrificación de la Escuelas del
área de influencia de Mlale, a cargo de la Diputación
de Sevilla y el Ayuntamiento de Aguadulce.
-Adquisición de incubadoras para el
Hospital de Chezi, cuya financiación será afrontada
por la Diputación de Sevilla y el Ayuntamiento de El
Rubio.
-Compra de una ambulancia todoterreno para
poder desarrollar el trabajo de las clínicas móviles
de los poblados, que correrá a cargo de la Caja San
Fernando.
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......... Las actuaciones
de esta organización humanitaria en África
comenzaron en 1965, cuando el médico José
Mª Porta visitó Malawi
por primera vez, como voluntario, cuando sólo
tenía 25 años de edad. Allí vivió
durante dos años y allí trabajó
en la leprosería de Bembeke, en la región
central, donde decidió volver a España
y empezar sus estudios de medicina, que le habrían
de proporcionar nuevas posibilidades en su vida de
cooperante.
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En Sevilla, en 1968, conoce al letrado José
Luis Pelayo, con quien comparte entusiasmo, dedicación
y trabajo y con el que habrá de desarrollar diferentes
programas de cooperación en Camerún, Ruanda
y Malawi.
A partir de 1996, de la mano de Medicus Mundi,
centran su trabajo en la República de Malawi, donde
el SIDA constituye una espantosa epidemia, instalan su cuartel
general en el Hospital Rural de Mlale y comparten su trabajo
con otras ONG’s, como la asturiana Arcoiris o la zaragozana
Wawitai.
En el año 2003, habida cuenta del importante número
de socios que la soportan, del talante andaluz que la caracteriza
y de la confianza y apoyo que ha recibido de las instituciones
públicas locales, “Andalucía por un
mundo nuevo” se constituye en ONG autónoma,
con personalidad jurídica propia.
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